domingo, 5 de julio de 2015

Las pestañas de Kichi


Yo no quiero ser menos que los comentaristas de tertulias televisivas y radiofónicas que han descubierto el filón que es Kichi, no quiero ser menos que los funcionarios que ocupan su tiempo laboral en seguir la vida y milagros de Kichi, no quiero ser menos que los voceros que creen que crean opinión escribiendo sobre Kichi, no quiero ser menos que los camareros, los limpiabotas, los párrocos, los taxistas, los anestesistas, los abogados, los carniceros, las marías..., que conocen a fondo el currículum de Kichi, no quiero ser menos y, por eso quiero criticar a Kichi.

He repasado todo lo que se ha publicado sobre Kichi, sobre si merienda en una plaza o almuerza en una hamburguesería y le pone, o no, mostaza antigua al perrito caliente; sobre si se pone camisas blancas o de cuadros, si pasea con sus hijos, con su pareja, con su prima hermana o con todos juntos, si habla de Grecia o de la Caleta, si su parentela es del Nazareno o de Papá Noel, si le gusta el menudo y toma Casera de limón, si va al fútbol con la camiseta del Cádiz o con corbata, si estudió Historia con aprovechamiento -de eso doy fe-, si se apuntó a un sindicato, si hizo oposiciones, si entró en política por amor o por conciencia social, si fue monaguillo, si sabe trastear con la guitarra, si prefiere a Salvochea que al cazador de elefantes..., casi todo se sabe y casi todo se le ha criticado, pero, tras mucho indagar y leer, por fin, he encontrado un asunto en el que nadie ha reparado, algo que nadie ha analizado y criticado todavía: las pestañas de Kichi.

El tema es tan importante, como preocupante. ¿Cómo son las pestañas de Kichi? ¿Sabe alguien si son largas o cortas, finas o gruesas, si son rizadas...? ¿Por qué sale siempre con gafas que impiden verle las pestañas? ¿Qué oculta Kichi en sus pestañas?

Esta entrada es solo una primicia de mi contribución a las críticas a Kichi. Que se prepare el alcalde, que esto no ha terminado, seguiremos informando.

No hay comentarios: