sábado, 5 de diciembre de 2015

Represión y exilio

Cuando en marzo de 1814 Fernando VII regresó de su dorado exilio en Francia, ya tenía trazado su programa represivo, una premeditada venganza personal contra todos aquellos a los que consideraba culpables de desaires y desobediencia hacia sus legítimos derechos como monarca absoluto. Por eso, disueltas las Cortes el 10 de mayo, de inmediato creó la Comisión de Causas de Estado para depurar a los liberales, una dura depuración, una cruel represión, que llevó a muchos al presidio y a otros muchos al exilio. 

La represión no fue algo temporal, una reacción temperamental del rey, fue larga, persistente y contundente. La idea fundamental era eliminar todo rastro del edificio doceañista, por eso se estableció un completísimo plan de censura, represión, persecución y exilio de todos aquellos a los que el monarca y sus asesores consideraran responsables del atentado contra el poder neto del rey, ejecutado entre 1810 y 1813.

El libro que presentamos el próximo jueves 10, a las 20 horas en el Casino Gaditano, reúne 17 trabajos que sirven para dar a conocer aspectos esenciales de la represión fernandina, una de las etapas más negras de la historia de España. 


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